Seré tu invitado bandido, bandido …
El otro día tuvimos la típica comida de Navidad y para variar terminamos hablando de bodas, de los próximos amigos que se van a casar, de los que ya se han casado, de lo mona que iba Carla y de lo raro que era el tocado de Susana. Pero sobre todo nos reímos de las situaciones surrealistas de las bodas como la locura de algunos invitados con las «amenities del baño «, los meseros, o los centros de mesa. En las bodas tras los vinos del aperitivo y las copas del baile afloran los instintos ladronzuelos que muchos llevan dentro.
Deco De Deit Wedding planners. Foto Nerea Moreno ( pincha aquí para ver todo el post)
Los invitados bandidos, no entienden de gustos o estilos. Hay invitadas que mangan hasta el kit de aguja e hilo llevando pamelazas y vestidos a la última o con moños imposibles llenos de laca de la que tiene» brilli brilli » ( si todavía sigue existiendo y nadie sabemos porque). Tampoco debemos olvidarnos de «ellos», los invitados con chaqué a medida y corbata de flores de Liberty que se llevan todos los «pitis del cigar corner» como si estuvieran en la tienda de la Duty Free en un mega aeropuerto.
¡A muchos como diría el gran Dinio, la noche les confunde y el baile más!
Fotografía Rocio Puebla (pincha aquí para ver los detalles de la boda del vestido al más puro estilo Hollywood )
¡En fin, que nunca sabes a quién se le ha podido ir la pinza en tu boda y ha birlado tus queridos meseros!
Fotografía Maorlan ( pincha aquí para ver la boda de dos artistas)
¿ Porque algunas invitadas se vuelven locas y «chorimangan» los típicos polvos de sol, laca, horquillas y demás detalles que dejan algunas novias en una cesta o mesita al lado de los lavabos?
Todavía puedes entender que a alguien le de un subidón al ver un colorete color melocotón o un brillo color marsala y decida birlarlo. Aunque, insistimos el tema de llevarte toda la cesta del baño de las chicas es terrible . Primero porque en la mayoría de las cosas son cosméticos «mercadoneros»,( si en alguna boda hay algo de Armani y Chanel , no lo llegaréis a ver nunca porque la primera que entre al baño sacará todo su clutch para poder llevárselo sin ningún apuro) segundo porque los ha utilizado la mitad de la boda, tercero porque es muy cutre que te inviten a una boda y «arramplar» con la mitad de la decoración y los detalles para sus amigos. Pero lo que realmente no se puede llegar a entender son las que roban las tiritas, porque sin un toque de blush sobrevives en la boda pero con unas ampollas la cosa se pone más difícil.
¡No seáis malvadas por no decir cabr.. y no choréis las tiritas por favor, que eso ya son palabras mayores!
No hablamos de la locura de las bailarinas o alpargatas en verano o las pasminas.
¿ Cuántas pasminas verde pistacho tenéis guardadas en el armario y bailarinas con suela de papel de fumar?
La locura con los regalos es máxima, algunas van a pedir que pongan bolsas XL para llevarse bailarinas para todas sus hermanas y para los regalos de Navidad. Lo mejor son las invitadas que convencen a sus novios o maridos para que ellos también cojan unas bailarinas de purpurina rosa. Muchas invitadas entran un un estado místico y se dejan llevar . Durante la boda la idea de llevarse cuatro pares de bailarinas te parece la bomba pero cuando llegas a casa , la cosa cambia:
¿ Qué vas a hacer con tres bailarinas del número 37 si tu tienes un 38?
Fotografía de Día de vinos y Rosas ( Pincha aquí para ver el resto de detalles de la novia de la camisola bordada)
¡Ojo, que esto no es cuestión de sexos, en las bodas todos roban, también hay invitados que se llevan flores para la terraza de su madre !
Conocemos a algunos que se han equivocado y en vez de llevarse una hortensia natural se han llevado una de plástico de la finca de turno.
¡Eso pasa por no ser un chorizo poco experimentado!
Fotografía Maorlan ( pincha aquí para ver la boda de dos artistas)
La verdad que este post está inspirado en la historia que nos contó Victoria el otro día, ella es la típica chica discreta y educada que nunca ha roto un plato hasta que en la última boda que asistió se soltó la melena y termino siendo una auténtica ladrona de guante blanco o más bien negro de ante ( tiene unos ideales largos que eran de su abuela y que son de morir y eso que los guantes sólo nos gustan para las bodas de día acompañados de un tocado vintage con redecilla al más puro estilo años 40). Nos dijo que hacía mucho tiempo que no se lo pasaba tan bien en una boda y que al irse para casa , vio un rincón lleno de cajas decorativas con macetas con brezos y ni corta ni perezosa, se llevó una caja enorme llena de flores. Se levantó a las cinco de la mañana con un agobio horrible, despertó a su marido y le dijo:
«Ramón voy a llamar a Cristina para decirle que se me ha ido la pinza y me he llevado una caja con los brezos de la decoración de su boda».
Su marido, que tenía un sueño horrible, le dijo que no se preocupara que el mensaje o la llamada ya no iban a arreglar nada. Le sugirió que le llamara al día siguiente para darle las gracias por la boda y que casi mejor, obviara el episodio de Lupin ( las que no sois millennials, estaréis cantando mentalmente la canción de los dibus de los ochenta: el ladrón más elegante que se pueda imaginar…). Victoria no podía con su cargó de conciencia y llamó a su querida amiga y le confensó » el robobo de la jojoya» . A la novia le entró el ataque de risa y le preguntó :
¿Vic, nadie te miró raro cuando te subiste al bus con una caja llena de flores?
A lo que Victoria conestó, la verdad que una chica que no conocía de nada me preguntó que dónde regalaban las macetas y para mejorar mi primer día como choriza de poca monta, le mentí. Le dije que era un regalo para las testigos . Por dentro me estaba muriendo y pensé:
¿ esta niña no estaba en mi banco en la iglesia verdad?
Cristina no le dió más importancia a la anécdota y siguieron hablando tan tranquilas de la boda.
¿ Tu también has sido una invitada bandida?
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