¡Hola Tatines!
Hoy vamos a dedicar el post a los vestidos de novia que diseña Carmen Soto:
The Bride
Conocimos a esta gran diseñadora hace unos meses y desde entonces nos ha conquistado.
Cuando fuimos a visitar el atelier de Carmen, nos recibió rodeada de telas, fajines delicados de pedrería italianos, miles de faldas para volverse loca, cuerpos con encajes…
Empezamos a charlar con Carmen y le pedimos que nos contara como era el proceso de creación de un vestido en The Bride.
En la primera entrevista Carmen siempre pregunta a la novia por el tipo de vestido que le gustaría llevar.
Para ella lo más importante es que sus novias sean ellas mismas y sobre todo ella busca la máxima calidad y cuidado en sus vestidos:
Carmen no hace más de 30 vestidos de novia al año.
Si la novia está perdida no hay problema porque Carmen te asesora y te guía. Tiene un ipad lleno de fotos de sus vestidos, detalles de los escotes de la espalda, distintas mangas, faldas con más o menos vuelo…
Además siempre puedes probarte alguna falda o cuerpito para ver lo que mejor te sienta.
En la segunda prueba comienza realmente el proceso de creación del vestido. Se hace una toile sobre el diseño que Carmen y la novia han acordado en la primera cita y comienza el espectáculo…
Carmen no repite vestido, cada traje de novia es único y se hace un patrón especial para cada novia.
Foto de Inma Fiuza
¿Qué es lo que más nos ha gustado de The Bride?
Nos encantó la pasión con la que Carmen nos habló de sus novias y de su trabajo. Pudimos leer muchos mensajes de agradecimiento de todas y cada una de las niñas que han confiado en Carmen.
Siempre os decimos que a la hora de elegir diseñador es muy importante el feeling.
A nosotras nos transmitió mucha profesionalidad, tranquilidad y confianza…
Pero sin duda lo que realmente nos sorprendió fueron los tejidos y el trabajo 100% artesanal de cada uno de sus trajes.
Carmen tiene un atelier de alta costura para novias.
Si entendéis un poco de costura os volveríais locas, porque Carmen consigue que todo se cosa a mano como antaño.
Foto de Alejandro Bergado.
Este vestido de pedrería (la novia se inspiró en el vestido de novia de Patricia Conde de Elie Saab) fue un verdadero reto porque la tela pesaba mucho y la novia quería llevar la espalda escotada.
Si el vestido no se hacía perfecto la espalda podría haberse desbocado pero como nos contó Maitane (la novia) el trabajo de Carmen y su equipo fue pura ingeniería. Como detalle top secret os contamos que pese a la espalda del vestido la novia pudo llevar “suje”.
Su manejo de las telas es alucinante:
Para no fallar, nosotras te recomendamos que confíes en ella a la hora de elegir la tela de tu vestido porque es una auténtica experta. Carmen siempre prepara a las novias una selección de telas para conseguir la caída y el volumen exacto que busca la novia.
¿Cual es el buque insignia de The Bride?
Para nosotras no hay duda: sus faldas son lo más.
Consigue dar volumen a las faldas con miles de capas de tejidos naturales. Los cancanes no tienen cabida en su taller.
Si buscas una falda vaporosa Carmen lo tiene claro, debe tener movimiento y para ello mezcla distintas telas. La base puede ser un crêpe de seda o satén (es más ligero) y por encima puedes optar por un tul de seda. Si buscas un tejido más transparente y delicado ella nos recomienda la muselina.
Si te apetece una falda que tenga un poco de volumen, el gazar rústico será tu mejor aliado y para la base Carmen recomienda el dupión.
Fotografía de Marga Gómez.
Carmen nos explica que pese al mito que existe, las faldas de princesa no tienen porque hacerte “gordita“:
Si la falda tiene un buen corte y el patronaje es el adecuado te sentará como un guante.
Para conseguir un volumen bonito en este tipo de faldas, Carmen suele utilizar seda salvaje que brilla menos que el mikado y para darle el toque más juvenil opta por el tul.
Esperamos que os haya gustado este post y que os sirva de inspiración para vuestro traje de novia…
¡Pasad buen fin de semana!
See you on Monday
Por cierto, mil gracias Lina por tu “super reportaje de fotos”.
