La boda de Inés Fernández de Córdoba
Inés y Ventura se casaron en Galicia en una casa familiar.
Conozco a Inés desde hace muchos años y llevamos mucho tiempo trabajando juntas. Su estilo ha ido evolucionando para dar lugar a una novia aún más femenina que en sus inicios pero manteniendo su esencia vintage. Sabía que para su boda diseñaría un vestido muy especial y no me equivoqué. En realidad llevó dos vestidos, el primero que puede formar parte de la tendencia «new medieval» y el segundo con guiños a los años veinte pero con su sello de identidad.
Un vestido de novia con aires medievales y toques del siglo XXI
Su primer vestido con aires medievales con el escote cuadrado y talle bajo pero con guiños al siglo XXI. Para mi encuentra el equilibrio perfecto entre lo elegante y lo femenino. La mezcla de texturas es pura tendencia para los vestidos de novia pero Inés siempre respeta a atemporalidad de todos sus diseños. El estilo new medieval viene pegando fuerte no sólo en la moda sino también en objetos de decoración. El escote cuadrado y el talle bajo son sus dos señas de identidad. Eugenia Martinez de Irujo fue una de las novias que mejor llevó un vestido de novia con reminiscencias medievales.
Ramo de peonías blancas
No es un secreto que amo los ramos monoflor y que las peonias son mis flores preferidas.
Si tuviera que elegir el ramo de novia perfecto, no lo dudaba: peonias de color blanco.
Me gusta sobre todo cuando no va mezclado con otras flores. Fue un diseño de Susiflor.
Velo fluido
Inés optó por un velo con mucha caída adornado por una joya familiar, una corona de la familia del novio absolutamente impresionante. El equilibrio está en mezclar un complemento potente con un velo etéreo que de la sensación de ligereza.
El peinado de novia
La coleta baja trenzada es siempre un acierto y creo que la de Inés era ideal (Rochus peluqueras). Ante la duda entre coleta o trenza, creo que la mejor opción es la mezcla de ambas pero sin elegir algo demasiado rocambolesco.
Zapatos de novia
Inés llevó una de las sandalias más icónicas de Salo Madrid, yo las tengo en oro rosa y son un acierto. Considero que son un fondo de armario y cómo puedes elegir el color, yo optaría por plata u dorado para novia, negra o nude para invitada. En mi caso elegí un tono más arriesgado y con efecto lamé, es decir brillito porque ya tenía sandalias básicas en mi armario.
Para el segundo look optó por unas cuñas de Castañer y un vestido midi.
Los pendientes de novia
Inés llevó dos pendientes, unos largos art decó regalo de pedida y otros que eran ese algo prestado.
¡Me encanta la idea de cambiar también de complementos para el baile!
Las estrellas de M de Paulet son unos de mis pendientes preferidos para novias y los de Inés con las piedras frambuesas me parecen ideales.
El novio
El novio no podía estar más elegante con el uniforme.
¡Sí quiero!
La cena
Del catering se ocupó la Bonotte y me cuentan que todo estuvo impresionante y sobre todo los aperitivos.
¡No podía faltar el pulpo!
El grupo Insieme tocó durante el coctail.
Las flores
A Inés le encanta los centros de flores como sacados de un jardín y fue justo lo que creó Susiflor para las mesas.
¡No podían faltar las flores de camomila!
El primer baile
La fiesta se ocupó Pablo Bustos y sin duda fue un éxitazo.
El segundo vestido
Si el primer vestido me gustó, no os puedo explicar el segundo. Me encanta la mezcla de textura, el volantito, los lazos…
Fotografía