Las mejores diseñadoras del mundo

 

Fotografía: Danielle Frankel

Aunque es muy complicado elegir quiénes son las mejores diseñadoras de vestidos nupciales, hemos hecho una selección de cinco grandes que abarca desde Nueva York, Uruguay, España, Francia hasta llegar a Australia. Todas las creadoras son únicas pero tienen en común que han volcado sus motivaciones e inspiraciones artísticas en sus diseños, y que buscan que éstos se adapten de la mejor manera a la mujer contemporánea sin olvidar las fórmulas que han funcionado desde el pasado, lo que veremos a continuación.

Fotografía: L’eto Bridal

Danielle Frankel: Studio in New York

Empezaremos con Danielle Hirsch, la diseñadora que está detrás de Danielle Frankel, un atelier de vestidos nupciales que se ubica en el mismo Manhattan. Ella afirma que si se casara (que por el momento no piensa hacerlo, ya que detesta el mundo de las bodas, paradójicamente), no se casaría con un vestido tradicional, si no con una propuesta original y diferente. Esto lo traslada a sus diseños, que fueron premio Vogue Fashion Found en 2019, y que se caracterizan por unir la tradición con una estética vanguardista y rompedora. 

Vestidos que unen el pasado y el futuro

Por ello, se puede decir que se adapta muy bien a los tiempos modernos pero sigue respetando algunas formas de los vestidos clásicos, uniendo así el pasado, el presente y el futuro. Sus creaciones se pueden comprar vía online, de hecho, es su manera principal de vender: “Hago vestidos para una mujer natural y moderna. Para una mujer joven que no le importe adquirir su vestido online siempre y cuando sea el que a ella le guste.”, sentencia la creadora en una entrevista, en la que se evidencia lo mencionado con anterioridad.

Diseños que reflejan la personalidad de la novia

Todos estos cambios y la rapidez con la que se mueve la moda son utilizados por ella a su favor para dar personalidad a los vestidos, siempre arriesgados y juguetones, siendo toda una prolongación del fondo de armario de la novia, en el que se basa para crearlos. De esta forma, mezcla complementos como cinturones con un estilo en ocasiones bucólico y en otras con escotes cuadrados al estilo Downton Abbey. El tul drapeado y los tirantes spaguetti también son un leitmotiv en su obra. Con estos diseños busca, además, que la novia pueda lucirlos más días y reutilizarlos sin perder la esencia chic que tanto le caracteriza. 

Fotografías: Danielle Frankel

Clari Laborde: Estudio Monaqueda

Al igual que Danielle, Laborde crea en su atelier de Montevideo (Uruguay) con el fin de crear vestidos para mujeres modernas que se salen del molde. Dio sus primeros pasos en el mundo de la moda creando una tienda de ropa al uso llamada Monaqueda, pero casi diez años después descubrió un nicho de mercado nuevo que le motivaba más: la moda nupcial, teniendo su primera novia en el año 2016. Fue todo un éxito en la capital uruguaya y pudo cerrar su anterior negocio, del que se encontraba ya cansada. De esta forma, surge un concept store para novias en el que se hacen vestidos a medida, ready to go, bolsos, tocados y zapatos. Además, ofrece herramientas para las mujeres prometidas como contactos con proveedores y hasta un podcast informativo.

Minimalismo, estilo boho y fusión de ambos

Del mismo modo, confiesa que su mayor reto es mantener el estado de novedad y reinventarse todo el tiempo. Cuenta con tres líneas distintas: minimalista, boho y fusión (mezcla de estilos). Hay que tener en cuenta para analizar su obra las características de las novias uruguayas, que viven en un país muy pequeño y no quieren que su vestido sea igual que el del resto, por lo que Laborde se fija mucho en que los pequeños detalles marquen la diferencia. Prefieren ir cómodas más que muy arregladas, por lo que son frecuentes en sus colecciones los conjuntos con pantalón y tejidos confortables. Por último, cabe señalar que no se inspira en otros diseños de novia, si no de desfiles con otras temáticas para no caer en imitaciones o repeticiones. 

Fotografía: Estudio Monaqueda

 

Margaux Tardits

A continuación, viajaremos al país de la alta costura, a Francia y, en concreto, al atelier de Margaux Tardits en París. Se trata de una diseñadora que mezcla el llamado estilo parisino, elegante y sofisticado, con líneas sensuales a modo de reivindicación de la mujer, que no tiene miedo de mostrarse tal y como es. 

Cuando la moda y el arte se unen…

Su modo de hacer viene de Lanvin, Balenciaga y Oscar de la Renta, teniendo sus creaciones inspiración en Valentino, Yves Saint Laurent e, incluso en siglos atrás, como en la época de Luis XVI y el Imperio Bizantino, momentos históricos marcados por un recargamiento en el arte o también conocido como horror vacui. Al igual que Picasso y Brancusi (del que reconoce tener una profunda admiración), toma de referencia para sus creaciones la cultura tribal africana. 

 

Vestidos de novia cómodos y románticos

En su última colección, afirma que después de la pandemia lo que apetece en una boda es estar con los seres queridos, bailar y disfrutar. Teniendo esto en cuenta, ha creado una línea de vestidos muy cómodos y, a la vez, muy románticos, para recuperar de nuevo los abrazos y los besos que no se pudieron dar durante los meses de confinamiento. En definitiva, diseña vestidos de novia en los que son protagonistas la fluidez, la voluptuosidad, la elegancia y los motivos florales y bordados en materiales únicos que resaltarán la personalidad y sensualidad de las novias que los lleven. 

Fotografía: Margaux Tardits

L’eto Bridal

Por último, nos trasladaremos a las playas del Norte Sidney, Australia, donde la diseñadora Anya Ostapenko tiene su estudio de vestidos nupciales. La elección de este lugar no es casual, ya que la creadora nacida en Rusia, siente un amor infinito por la tierra, por la naturaleza. Así lo reivindica en sus creaciones focus on sustainability, en las que rechaza lo rápido de la industria de la moda y ensalza el valor de la tierra, de lo esencial y sobre todo, del amor, que también se está viendo afectado por la inmediatez de la actualidad. Las cosas buenas de la vida llevan su tiempo y es lo que quiere plasmar en sus diseños.

Pasión por los viajes y por la silueta femenina

En sus creaciones ecológicas se puede observar su pasión por los viajes y por la figura femenina, reinventa las formas tradicionales para darles un nuevo significado más moderno y contemporáneo, consiguiendo así un resultado de belleza atemporal. Respecto a los tejidos, utiliza satenes, encajes, muselina y seda, todos ellos sostenibles, acorde con la ideología de la firma. Inspirada por los vestidos nupciales de los años en torno a 1900, confecciona vestidos para una mujer moderna y comprometida ya no sólo en Australia, si no ahora también en California, donde ha abierto un nuevo estudio. 

Fotografía: L’eto Bridal

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