La novia de los pendientes aguamarina
Nos moríamos de ganas de publicar una novia con un vestido con un aire diferente.
Nos enamoramos de las mangas con volumen, los drapeados y la caída de este vestido tan bonito que nos recuerda a los vestidos de las princesas medievales .
La diadema de Isabel os encantará y sus zapatos de charol color arena con una lazada os van a volver locas.
¡No dejéis de fichar esta boda tan ideal!
La novia
Isabel confió en Carmen Maza
«Mi madre y yo fuimos a ver a varios diseñadores de Sevilla. Yo tenía una parte del vestido bastante clara, me gustaban muchos las faldas de tul y las mangas ablusadas. Carmen Maza fue la que dio en el clavo. Ana, Carmen y María hacen que al llegar a su taller te encuentres en un pequeño cuento de novias, y la protagonista eres tu. Miden el detalle al mínimo.»
Las joyas fueron muy sentimentales:
«La diadema que llevo es un colgante antiguo de mi abuela que me montaron en la joyeria Santamaria de Sevilla. Los pendientes eran de brillantes y aguamarina, cumpliendo así con el algo azul.»
El ramo fue femenino con un poco campestre:
«Isa de flores Cártamo sabia perfectamente lo que me gustaba, y dio en el clavo con un ramo en todos rosados con peonias y con toque silvestre. Iba unido con un encaje antiguo de mi abuela materna, y una cinta de terciopelo rosada.»
Los zapatos fueron unos salones de puntas redondita con tacón y una lazada de zapatero. De color arena con el brillo especial de charol.
(Loubutin)
Los últimos momentos de soltera
Las niñas llevaban unos vestidos ideales con tul y coronas de flores súper monas.
(Flores Cártamo)