La novia de la diadema con flores y mariquitas en oro viejo
Os va a chiflar la boda de María y Javi en Asturias, con esa luz especial del norte que para mi siempre es romántica y captada por Pelayo Lacazette. María es la novia de la diadema con flores y mariquitas en oro viejo, os encantará su vestido de novia con detalles pero sin resultar nada cargado y todos los detalles de esta boda tan bonita.
Su historia
«Javi y yo nos conocíamos de los veranos en Ribadesella, pueblo en el que nací y en el que su familia veranea desde que era pequeño, pero sólo de vista. Siempre recordaré aquel verano en el que a pesar de su timidez se acercó a mí… hace 7 años ya de eso y no puedo estar más feliz de que diera el paso, porque he encontrado a mi otra mitad, la que me complementa 100%.»
La novia
María fue una novia que decidió optar por un maquillaje con la mirada marcada y labial muy favorecedor en color frambuesa Para el peinado arriesgó con un tocado con una forma menos habitual (tipo diadema) y un moño «medio-alto» que son super favorecedores.
Maquillaje y peinado
«La conexión con Bárbara y con Reyes fue total desde el minuto uno, tanto en la elección del peinado y del maquillaje como el mismo día de la boda, que disfrutamos mucho del momento previo a vestirnos. Ambos fueron sencillos, quería sentirme yo. Moño alto despeinado y maquillaje natural potenciando la mirada.»
Los zapatos de novia
«Los zapatos eran un diseño de Hannibal Laguna de la tienda de mi madre, en Ribadesella, al igual que el cinturón que llevé para ponerme cuando me quitase la sobrefalda. Teniendo una zapatería tenía mil posibilidades ya que incluso me hicieron unos a mi gusto, pero podríamos aplicar el lema de en casa del herrero cuchillo de palo… los que yo diseñé llegaron el día antes de la boda y no me terminaron de convencer así que tenía guardados unos de Hannibal Laguna como plan B (por si no llegaban) y fue los que finalmente llevé.»
Joyas con historia
«Los pendientes de oro estilo vintage eran de mi abuela paterna (en cierta manera también estaría presente), que quedaban super bien con el estilo del tocado, fue decidido prácticamente la semana antes porque la idea inicial era llevar unos brillantes super sencillos.»
El vestido de novia
¡ Los vestidos de novia convertibles han venido para quedarse!
«La idea del vestido estaba más o menos clara y viviendo en Asturias, queríamos hacerlo aquí pero la visita al atelier de Valenzuela para coger ideas, trastocó nuestros planes. Nos quedamos enamoradas de la tela de organdí bordado que llevé para la sobrefalda. Llevar cola desmontable era algo que tenía súper claro desde que siempre te imaginas vestida de blanco. Siempre fui a las pruebas con mi madre y con mi hermana, ellas aportaron la idea de cola alta lisa de crep y escote cuadrado, para que siguiera todo una misma línea. El velo fue decisión de última hora porque pensábamos que quizá era demasiado. Finalmente, llevé un vestido que según iba pasando el día iba quitándome una pieza, como siempre soñé. No quería renunciar a mi vestido de princesa para la ceremonia, ni a la comodidad de un vestido sencillo para disfrutar a tope del día.»
«No quería perder la oportunidad de guardar un recuerdo de mi Ribadesella natal, y tuvimos la ocasión de vestirnos en el Hotel Villarosario, con vistas a la Playa Santa Marina. Allí dormí con mi hermana Marta la noche antes y los preparativos son uno de los recuerdos más bonitos que me llevo de ese día. Allí estuve acompañada de mis padres, hermanos, abuela y de mi amiga Andrea, que vino a visitarme antes de subir a Covadonga. Mi madre me había regalado un batín con puntillas antiguas y terciopelo que me puse para la ocasión.»
«Del ramo y toda la decoración floral se encargó Pando, y la protagonista no podía ser otra que mi flor preferida, la Protea, junto con olivo y eucalipto. En el ramo llevaba una medalla de oro de la Virgen de Covadonga de cuando era pequeña, nuestra “Santilla” , en la cinta de terciopelo rosa empolvado.»
El tocado
«Estando en Madrid, en una de las pruebas una amiga me envía una captura de un tocado de Puntulina, nunca lo había escuchado, y sin pensarlo nos plantamos en ese momento en su taller. Fue todo un flechazo y cogió la idea que teníamos en mente a la perfección: Tocado en tonos oro viejo, nude… con caídas en los laterales. Sobre una de las piezas que tenía elegimos las flores y los colores, en línea con el cinturón que me pondría después. Fue toda una aventura porque ni os imagináis la cantidad de floritas y detalles que había para elegir, hasta unas mini mariquitas escogimos.»
El novio
«El chaqué de Javi es de Plácido (al igual que el de mi hermano y mi padre), ya lo había llevado como padrino el año pasado en la boda de su hermana Bea pero en esta ocasión, se hizo el chaleco en tono azul claro a juego con la corbata en tono beige y azul. Siempre me gusta aconsejarle, pero esta vez quería que me sorprendiera al llegar al altar. Estaba guapísimo. Llevaba también los gemelos de oro blanco con sus iniciales que encargué como regalo de pedida en La Galeria.»
«Nos casamos el 5 de Octubre en Covadonga. Casualidades de la vida, Javi me lo había pedido justo un año antes en Chicago, el 5/10/18 cuando estábamos allí para que corriera su primera Maratón, fue súper emocionante. Yo tenía muchas ganas de casarme pero justo en ese momento no me lo esperaba para nada, no podía hacer otra cosa que llorar, y hasta que no conseguimos hablar con el Abad para cerrar fecha no se lo comunicamos a nuestras familias. El lugar de celebración no era negociable, siguiendo con la tradición de mi familia paterna, debía ser en la Basílica de Covadonga, y desde niña soñaba con hacerlo allí, además es un lugar con mucho sentimiento como buenos asturianos. Javi antes de pedírmelo ya había hablado con el Abad para saber si quedaba alguna fecha en 2019. Tengo que reconocer que fue lo primero que le pregunté al decir que SI.»
«Una de las anécdotas más graciosas, fue la espera escondidos en un aparcamiento porque por miedo a tener problemas con el coche y llegar tarde, nos adelantamos 20 minutos y todavía no habían ni llegado los invitados. La complicidad con mi hermano Alberto (mi chófer particular) y con mi padre (mi super padrino) de camino a la Basílica me ayudó a mantener la serenidad y no sentir a penas nervios hasta la llegada a Covadonga y que junto con el camino al altar son unos de los momentos más emocionantes que recuerdo, con la versión de Hallelujah que interpretó Corelli. Las lecturas de Marta y Bea (nuestras hermanas) hicieron que se nos escapara alguna que otra lagrimita.»
¡ Sí quiero!
¡ Nosotros!
«Todo el diseño de papelería estuvo en manos de Little Moments Design. Qué suerte de poder contar con mi cuñi, desde el minuto uno. Ana, lleva ya unos años metida en el mundo de las bodas, y me ayudó un montón con todo. El logo que diseñó para las invitaciones con nuestras iniciales y las proteas marcó la tendencia de toda la decoración. La idea del seating y las minutas en tela nos pudo gustar más…»
«Tras la ceremonia, nos dirigimos al hotel Puebloastur, un lugar que no conocíamos pero nos enamoró tras la primera visita, sus vistas a los Picos de Europa y su decoración exquisita nos cautivó. El Coctel fue en la piscina, luego nos traslados al salón central para continuar con el banquete y la fiesta.»
Decoración en rosa y verde
¡ Me encantan las bodas de otoño con brezos y mucho verde!
«Siendo tan golosa, no quise perder la oportunidad de contar con una mesa dulce de Ma Petit Patisserie… y Javi como amante del queso quería tener una de las famosas mesas de quesos de Aitor Vega, referente en Asturias.»
Momentos entrañables
«Si me tengo que quedar con algo, fue la entrega del ramo a mi abuela “Leli”, mientras sonaba y quién es el de Jose Luis Perales en recuerdo de mi abuelo…También quise agradecer a Marta y Ana todo lo que nos habían ayudado con los preparativos, y a mis dos amigas de la infancia (Andrea y Marina) con un réplica mini de mi ramo. También a nuestras madres por todo lo que hacen por nosotros cada día.»
El primer baile
«Para el baile, elegimos una versión de Stand By Me, y a continuación la fiesta corrío a cargó de El Ciervo Negro. Pepe hizo que lo disfrutásemos muchísimo y creemos que nuestros invitados también. Suena a tópico, pero es un día que jamás se nos va a olvidar».
«Tras tener cerrada la fecha, lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con Pelayo, nuestro fotógrafo no podía ser otro que él, lo teníamos super claro, su estilo nos encanta, la elegancia que transmiten sus fotos… el resultado no defraudó. Tiene un sello propio de identidad»