Cuándo vimos por primera vez el vestido de novia de Teresa tuvimos un auténtico flechazo, de hecho «si me volviera a casar mañana me casaría con un vestido así». Nos encantó la mezcla del los hombros al descubierto con el corte debajo del pecho, un mix que parece imposible pero que Inés Martín -Alcade consiguió bordar ( podéis recordar aquí la entrevista que le hicimos). Teresa quería un vestido sin florituras : «Quería algo más bien sencillo pero que tampoco fuera un camisón. Inés entendió perfectamente mi estilo y lo que quería desde el principio» . Adriana del Toro de De Deit planners fue la wedding planner y se encargó de que todo saliera a la perfección. Para los preparativos eligió una bata ideal de la Costa del Algodón, del maquillaje se ocupó Patricia Perez-Badiola y del peinado Yolanda Aberasturi. Las joyas que llevó Teresa eran todas familiares excepto el anillo de pedida, la mantilla fue «ese algo prestado», se la dejó su suegra. El ramo así como la decoración de la boda fue un diseño de Fiore Bilbao: «en la iglesia intentamos hacer algo parecido a lo que vimos en la última feria de TEFAF, en Maastricht, que es donde nos conocimos. Nos encantó la mezcla de tulipanes con mucho verde y tonos blancos.». Los zapatos de la novia eran de Flor de Asoka. El novio llevaba un chaqué belga de La Cambre y corbata de Hermes. Además él se encargó del seating plan y los números de las mesas. La ceremonia tuvo lugar en Nuestra Señora del Carmen en Neguri y la celebración en La Real Sociedad de Golf de Neguri. Y por último los fotones de los que nos hemos enamorado son de Almudena Lamas.
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