La novia de los zapatos azul pastel
Queridas,
Hoy publicamos una preciosa boda que se celebró en el corazón de Vigo.
Os encantará el vestido de manga larga y preciosos apliques de pedrería de Sabela, sus zapatos azul pastel y su maravilloso ramo.
Los detalles de la decoración os volverán locas.
La novia
Sabela llevó un vestido que «era muy ella»:
«Estaba realizado en crepe y georgette de seda y tenía una sobrecola de plumeti. Por delante, era muy sencillo, destacando el fajín y el detalle de los hombros. Por detrás, llevaba un precioso escote en la espalda, con bordados y un lazo de plumeti en la cintura, a juego con la sobrecola. Las mangas eran de gasa, con bordados en los puños, a juego con los de la espalda.»
(Inuñez)
El diseño del vestido era muy práctico:
Tanto la sobrecola como las mangas eran desmontables y después del primer baile se quito las mangas y la sobrecola.
¡Eran dos looks en uno!
La novia llevó un tocado con flores blancas, plata y con el guiño del azul pastel de los zapatos.
(Janet de Janet & Schulz )
Las joyas fueron muy sentimentales:
«Llevé unos pendientes de brillantes preciosos de mi hermana, que fueron mi «algo prestado». Me hizo mucha ilusión llevarlos porque son los mismos que ella había lucido el día de su boda diez años antes. Además de los pendientes, únicamente llevé mi anillo de pedida, el solitario con el que Salva me pidió matrimonio en París, de la Joyería Suiza de Vigo.»
Sabela se dejo aconsejar y llevó un moñito bajo muy bonito con una trenza y un maquillaje con labios fresa suave y mirada ligeramente marcada:
«Yago Piñeiro se encargó de peinarme y maquillarme el día de mi boda. Le dejé libertad y captó perfectamente mi estilo. «
Los zapatos los encargó en Franjul (Madrid) y fue un regalo muy especial de su amiga Leticia:
» Tuve claro desde el principio que mi «algo azul» estaría en los zapatos y en Franjul me diseñaron justo lo que yo quería, unos zapatos azul pastel, con detalles en platino y con un tacón comodísimo.»
El ramo era clásico pero un twist. Os chivamos las flores:
rosas austin, rosas pitiminí y hojas de olivo.
(Floristería Alea, Vigo )
Los últimos momentos de soltera
Los novios se casaron en Ermita de Los Liñares
( Canido, Vigo)
El novio y la emoción antes de dar el sí quiero :
¡Ya llega la novia!
Salva llevó un chaqué de espiga gris de Scalpers.
«Llevó unos gemelos de oro que pertenecieron a su abuelo Salvador, fallecido hace años, y que su abuela tenía guardados para entregárselos el día de su boda. Fue una manera preciosa de que su abuelo estuviese presente en un día tan especial.»
Sabela nos dice que para ella uno de los momentos más bonitos de la boda fue cuando su sobri d Lucía les dedicó unas palabras en la misa.
¡Sí quiero!
La celebración
El Invernadero del Pazo de Santa Cruz (Bueu) fue el lugar elegido por los novios. Ambos lo tenían fichado, ella lo había visto en una revista y él fue a visitarlo con una amiga.
Sabela nos cuenta que la fecha de la celebración fue muy especial y curiosa:
«Semanas antes de que Salva me llevase de viaje sorpresa a París por nuestro noveno aniversario de novios para pedirme matrimonio, soñé una noche que me casaba un 26 de septiembre. Al volver de París, llamamos al invernadero y esa era la fecha que tenían disponible, así que lo consideramos una señal.»
Para organizar la boda contaron con la ayuda de Clouds Events que coordinaron hasta el último detalle.
(La floristería Alea se encargó de toda la decoración de la finca)
El catering fue servido por Casa Solla, del chef Pepe Solla.
El toque gallego debía estar muy presente. Los puestos de comida en aperitivo fueron lo más:
hubo de todo, desde pulpeira, una mesa de empanadas, una barra de quesos y una barra donde hacían a la plancha navajas, almejas y zamburiñas…
Salva le pidió matrimonio a Sabela en un viaje en París, así que la ciudad del amor estuvo muy presente
Las mesas tenían un guiño muy especial para el novio que es de Linares, Jaen:
El olivo adornó los centros de mesa y las servilletas.
Momentos sentimentales
El ramo se lo dió a su íntima amiga Leticia
«Se lo entregué a Leticia, la misma amiga que me regaló los zapatos. Le pedí que me ayudase a elegir una canción para lanzar el ramo y eligió «Thousand years» de Christina Perri, sin saber que esa sería la canción con la que yo se lo iba a entregar a ella.»
La iluminación fue maravillosa
El invernadero se convirtió en un cielo estrellado
Nos encantan los novios con mucho corazón :
«Cuando conocimos la Fundación Theodora y su labor, decidimos entregar sus narices como regalo simbólico y solidario a nuestros invitados.»
«Abrimos el baile con la canción Moon River, que me encanta. Todos nuestros invitados nos acompañaron con bengalas que repartimos al finalizar la cena y crearon un ambiente mágico.»
Fotógrafos Noire et Blanche
«En cuanto vimos su trabajo, supimos que queríamos que fuesen ellos nuestros fotógrafos, era justo lo que estábamos buscando y cuando los conocimos ya no tuvimos ninguna duda.»